Ensayista y activista queer, Mabel Bellucci recorre en su nueva publicación -un “libro acción”, como define- la genealogía feminista de los años 70 hasta el presente con el derecho al aborto como hilo conductor y denominador común de las luchas de los diferentes movimientos a nivel mundial y específicamente en nuestro país.
En diálogo con Télam, Bellucci, antes de meterse en el meollo de “Historia de una desobediencia. Aborto y feminismo” (Capital Intelectual) que le llevó más de quince años elaborar, retoma las premisas de la teórica lesbofeminista francesa Monique Wittig y de la filósofa española Beatriz Preciado y apunta: “Este texto se constituye como una caja de herramientas, esa es la variable que me empuja a escribir”.
Una caja de herramientas “al servicio del activismo para repensar y entender en clave queer, transfeminista y descolonial el pasado de los movimientos que hoy integran, y eso mismo permite avivar rupturas y recuperar encadenamientos”, adelanta sobre este libro al que entiende como una confluencia entre “teoría y acción”.
Como una hoja de ruta abanderada en debates, luchas y conquistas de las corrientes feministas, el libro de Bellucci echa luz sobre los caminos transitados, sus encuentros y desencuentros; rescata las voces de mujeres -viajeras militantes como Otilia Vainstok o Victoria Ocampo por nombrar sólo algunas- que se desplazaban por el mundo y llegaban aquí cargadas de ideas libertarias.
Esa desobediencia que da título al ensayo, es “no sólo sexual, sino también política”, dice la teórica y activista, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito, que nuclea a más de 300 organizaciones. Pero sobre todo es una desobediencia “a la imposición de la heterosexualidad como régimen político y a la maternidad forzada”.
Desde este punto de vista, abortar representa “una decisión de libertad, es una muestra de resistencia por parte de las mujeres ante el imperativo de la reproducción biológica, prescripto por la heterosexualidad como régimen político”, opina Bellucci, autora de “Orgullo. Carlos Jáuregui, una biografía política”, entre otros libros.
Si es hegemonía política, es privilegio naturalizado. “La heterosexualidad como régimen político discrimina, un insulto es `puto`, `torta` o `marica`, nunca heterosexual, ejemplifica – pero también reproduce privilegios, normatiza a otras formas de sexualidades y delimita los modos de relacionarse a través de instituciones como la familia burguesa monolítica”.
La maternidad obligatoria, la reproducción biológica forzada, es justamente eje fundamental de ese régimen heterosexual, al que también se le encandenan otros imperativos dictados por la sociedad mercantil contemporánea: “El capitalismo no quiere cuerpos que no se reproduzcan, los necesita para que entren al mercado laboral y de consumo”.
“Quienes abortan prefieren correr un posible riesgo de muerte a la certeza de tener que subordinarse al mandato de una maternidad obligatoria”, expresa esta mujer, que se aleja de los discursos de victimización en pos de la lucha por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo -la idea de “aborto legal para no morir”- y se ubica más cerca de entenderlo como una práctica de resistencia.
Para esta activa “cronista de movimientos”, como ella misma se denomina, “hay que salir del lugar de víctimas porque es paralizante, yo me opongo muy fuertemente. Es un discurso que en la década del 80 sirvió para instalar algunos debates pero que en el presente tenemos que complejizarlo”, considera.
Decidir interrumpir un embarazo no deseado es “un poder de insurrección civil”, piensa la ensayista, al tiempo que explica que “todo cuerpo que pueda concebir -es decir, que tiene un útero, y aquí se aleja de la mujer heterosexual y hace extensiva la práctica abortiva a lesbianas, bisexuales, varones trans es tutelado por la sociedad” y por lo tanto es controlado.
Negarse a la maternidad forzosa entonces “constituye una gesta de soberanía sobre el cuerpo y la reproducción, el aborto además de poner en jaque al régimen heterosexual declara algo sustancial -resume Bellucci- nos dice lo que todas las feministas sabemos: la biología no es destino”.
* La nota fue publicada en http://www.telam.com.ar/notas/201407/72761-queer-libro-lanzamiento.html
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