El 15 de junio es el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. En esta nota, la periodista Natalia Muñiz refleja la problemática contra las personas mayores en la Ciudad de Buenos Aires.
En el 70% de los casos las víctimas tienen entre 70 y 89 años. La Ciudad cuenta con un refugio protegido exclusivo para personas mayores donde hoy se asiste a 6 mujeres y 2 varones, quienes corrían riesgo de vida.
Unas 1.046 denuncias por abuso y maltrato contra personas adultas mayores se registraron el año pasado en la Secretaría de Tercera Edad porteña. En el 75% de los casos, la víctima fue una mujer; el 25%, varones. Más del 70% se ubicó en la franja etaria de entre 70 a 89 años. El principal tipo de violencia fue la psicológica, con el 21%.
Otro dato contundente es el mes en que se registraron más cantidad de casos: junio, con el 12%. No es casualidad. El 15 de junio de cada año se conmemora el Día Internacional de Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato en la Vejez y varias actividades se realizan a lo largo del mes en distintas instituciones. Asimismo el 3 de junio del año pasado se realizó la primera movilización Ni Una Menos, contra la violencia de género.
Consultado por Diario Popular, el secretario de la Tercera Edad de la Ciudad, Claudio Romero, indicó que durante el año pasado se registraron 1.046 denuncias por abuso y maltrato mediante el Programa Proteger y la Unidad de Gestión de Control y Registro de Establecimientos Residenciales (UGCOR). También recibieron casos de la Oficina de Violencia Doméstica(OVD) de la Corte Suprema.
Romero destacó que la Ciudad cuenta con un “refugio protegido mixto solamente para personas mayores”, donde hoy un equipo interdisciplinario asiste a “seis mujeres y dos hombres, de más de 75 años”.
“En el refugio protegido se tratan los casos extremos, adónde se llevan a las personas mayores que corren riesgo de vida. El año pasado tuvimos entre ingresos y egresos unos 25 casos. Son casos donde hubo violencia física y hay denuncias policiales o judiciales, cuando hay prohibición de cercanía. Y muchas veces el botón antipánico no es tan fácil de usar para una persona mayor”, manifestó.
Asimismo indicó que “en el 90%” de los casos de abuso y maltrato los victimarios “son personas del entorno íntimo: el hijo, el nieto, la pareja, el cuidador formal o informal y a la persona mayor le da vergüenza o siente culpa de denunciar”.
La Red Internacional para la Prevención del Abuso y Maltrato en la Vejez definió al maltrato de las personas mayores como “la acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza y la cual produzca daño o angustia a una persona anciana”.
Los tipos de maltrato son:
Maltrato físico: uso de la fuerza física que pueda producir una injuria, herida, dolor o discapacidad. Se manifiesta mediante pellizcos, golpes, quemaduras u otras lesiones, capaces de provocar dolor y/o discapacidad temporal o permanente y, en casos extremos, provocar la muerte.
Abuso Psicológico: Acción de infligir pena, dolor o angustia a través de acciones verbales o no verbales. Puede manifestarse mediante insultos, amenazas, humillaciones, infantilización, indiferencia a sus sentimientos, falta de respeto a sus creencias, rechazo a sus deseos, silencio peyorativo.
Abuso Económico: Explotación, aprovechamiento o despojo de los fondos y/o patrimonio por acción de terceros. Implica daño, pérdida, transformación, sustracción, destrucción, retención o falsificación de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores, derechos o recursos económicos destinados a satisfacer las necesidades de las personas mayores.
Abandono y Negligencia: Deserción o fracaso, intencional -activo- o no intencional -pasivo-, de un individuo que ha asumido la responsabilidad de proveer custodia física o cuidado de una persona mayor.
Autoabandono: Conducta de una persona que amenaza su propia salud o seguridad debido a un rechazo o fracaso de proveerse a sí mismo un cuidado adecuado.
Abuso Sexual: Contacto sexual, de cualquier tipo, no consentido con una persona mayor, el que puede manifestarse en forma abierta o encubierta mediante gestos, palabras, insinuaciones, caricias, manoseos, exhibiciones de genitales o hasta la violación.
Comentar